Hace unos meses, recibimos una partida de jeans que, a simple vista, estaban listos para salir a la venta. Pero cuando los revisamos uno por uno —como hacemos siempre— detectamos pequeñas fallas: costuras mínimas fuera de lugar, manchas imperceptibles, etiquetas mal colocadas, localizados que no eran exactamente como los esperábamos. Ninguna de esas imperfecciones afectaba la calidad, ni el uso, ni el calce. Pero sí hacían que esas prendas no representaran el estándar EG que prometemos entregar.
La primera reacción fue clara: donarlos. Y así lo hicimos. Durante semanas, muchas prendas fueron entregadas a mujeres que realmente las necesitaban. Eso nos hizo bien. Pero también sabíamos que había un límite. Teníamos más stock con fallas menores, y tirarlos nunca fue una opción.
Ahí fue donde nació Semana EG Imperfectos – Rebeldía con propósito: una acción consciente para reducir el desperdicio textil, ofreciendo esos jeans con pequeñas imperfecciones a menos del 50% del valor original.
No se trata solo de una liquidación. Se trata de darle valor a lo real, a lo imperfecto, a lo humano.
Es vestir una idea: que no hace falta ser perfecto para ser útil, bello o funcional.
Ni los jeans, ni nosotras.
Además, con esta decisión:
Evitamos que cientos de prendas terminen descartadas.
Le damos una oportunidad real a mujeres que quieren un buen jean, pero no pueden invertir el valor completo.
Y reforzamos lo que creemos: la sustentabilidad no es una palabra de moda. Es una forma de decidir.
En EG, cada paso que damos, lo damos con propósito. Y aunque esto nació desde una falla, lo que construimos con esta campaña va mucho más allá de la costura.